El café ha sido el puente entre la finca y la comunidad, creando empleos, fomentando la cooperación entre familias campesinas y llevando el nombre de Providencia a mercados nacionales e internacionales. Cada taza es un símbolo de esfuerzo colectivo, de manos que siembran, cosechan y tuestan con pasión y respeto por la tierra.

Más que un producto, el café es cultura. A través de él compartimos nuestras costumbres con visitantes de todo el mundo, quienes descubren el arte de producirlo de manera sostenible y el impacto positivo que tiene en la conservación de los bosques y el bienestar de la gente.

El beneficio es doble: mientras la finca crece y se fortalece, la comunidad también prospera. Los ingresos generados permiten invertir en educación, proyectos sociales y en la mejora de la calidad de vida de las familias locales.

Ven a conocer cómo el café ha sido y sigue siendo el corazón del desarrollo de Providencia de Dota. En cada grano encontrarás una historia de trabajo, comunidad y orgullo costarricense.